Continuando con nuestra tarea de poder hacer de lo cotidiano algo extraordinario nos encontramos con dos imágenes, casi que dos fotos, que de alguna manera nos trasmiten una visión de ser humano.
Por un lado vemos una viñeta cómica de un genial humorista gráfico como lo es Joaquín Salvador Lavado, o mejor conocido como Quino, de su libro: “Bien gracias, y usted?” (Quino, 1976), y por el otro nos encontramos con una publicidad de una conocida Empresa Multinacional de Telefonía Celular (“No nos quedamos quietos” .Claro. 2010).
Podemos visualizar la existencia de dos sujetos, representados de formas distintas, en la viñeta, observamos momentos sincrónicos y en el video un ciclo marcado por la diacronía. Ambos se transforman de manera paulatina, silenciosa e insospechada.
Este proceso de cambio o más bien de mutación, crea un sujeto nuevo, el cual por momentos presenta características des-humanizadas que nos dificultan observar su esencia.
¿Qué implica esta mutación?, ¿Cuál es el contenido de la misma? Las posibles respuestas a estas preguntas están presentes en ambos sujetos; dicha alteración va a estar dada por los bienes de consumo.
Los cuales muy lentamente comienzan a poblar a estos seres, que parecen distraídos, anestesiados ante tal metamorfosis de su humanidad.
Objetos cotidianos, imperceptibles a nuestra subjetividad, casi podríamos decir “necesarios y elementales”. La pregunta sería, ¿necesarios para qué?, el personaje de Quino nos dice para vivir “como un ser humano”. Momento paradojal de nuestra reflexión, ya que cuánto más se anhela esa humanidad, más se ingresa en un proceso de pérdida de la misma.
Este humano-consumidor, creador de una existencia des-humanizada, se inscribe en una época determinada, designada como Posmodernidad, la cual entre muchas otras características encontramos, el consumo masivo de objetos, símbolos, imágenes, informaciones, etc, etc.; ícono internalizado hasta al punto de aparecer en un tira cómica o en una propaganda.
Este sujeto carga orgullosamente una ornamentaria meramente vana y superficial, ahora la pregunta sería. ¿Qué habita en su interior?, ¿Posee una interioridad? ,¿Su interioridad es lo que está puesto en su exterior?, ¿Qué sucede si su armadura de plástico cae?, ¿Qué hay además de su consumo?
Preguntas que todos en algún momento nos deberíamos plantear, ya que en este barrio de la Posmodernidad, todos somos vecinos de este sujeto des-humanizado del consumismo.
De hecho, ese consumismo desenfrenado es la causa de un mundo regido por el dinero. La pobreza, las guerras, la hambruna, la contaminación, la delincuencia ni la explotación; todo es consecuencia directa de la existencia del dinero. Se destinan inpensables recursos para la guerra y muy pocos para acabar con el hambre en el mundo o desarrollar energías renovables o lograr la tan utopica meta de la educación universal.
ResponderEliminarYo me vi fascinado por una propuesta para una nueva forma de organización social que no está basada en el dinero y que plantea una economía basada en recursos.
El dinero es una invención humana, creado en una época primitiva, para administrar la escasez. Así surgió la economía y la política como una forma de administrar la economía. El dinero era necesario para administrar los recursos escasos.Pero actualmente hemos alcanzado un nivel tecnológico que, aprovechado correctamente (ya que el conocimiento cientifico ha alcanzado niveles asombrosos y que son desconocidos por la población, porque de hecho, aquellas personas que posen el poder de desición asi lo desean), nos permite generar abundancia por medio de procesos cada vez más automatizados.
Cuando las cosas existen en abundancia y son producidas sin esfuerzo humano, no tiene sentido venderlas, ya que están al alcance de todos, como el aire.
ResponderEliminarEsto no implica más contaminación porque ya existen tecnologías que permiten aprovechar las energías solar, eólica, de mareas, geotérmica, entre otras. Sólo que no se han difundido ampliamente debido a su costo y al caos al que se enfrentaria la persona que lo llevara a cabo, ya que los productos contaminantes ya están tan instaurados en el mercado que son una fuente de riqueza para los que los controlan.
El dinero y los intereses de grupos económicos son frecuentemente un freno para el desarrollo de la tecnología, que es la que realmente logra que nuestra vida sea mejor, cuando es usada por el bien de la sociedad y no para obtener beneficios económicos de corto plazo.
En un mundo en el que los procesos se automatizaran al máximo y las cosas no tuvieran precio, la mayoría de los trabajos dejarían de ser necesarios paulatinamente y se requerirían muy pocas horas para realizarlos. Las personas podrían dedicar su tiempo libre a aprender nuevos conocimientos científicos, trabajar en los proyectos que les entusiasman, desarrollar sus capacidades artísticas o deportivas, fortalecer sus relaciones familiares y con amigos, viajar a cualquier parte del mundo sin costo ni restricciones, ya que no habría necesidad de fronteras como las que hemos inventado. Todo de una manera realmente libre.
Y me pueden preguntar "¿y de qué vamos a vivir sin trabajar?"La respuesta es simple, con la tecnología siendo administrada de forma realmente eficiente, el alimento y los demás recursos necesarioos para subsistir y tener una calidad de vida digna serian abundantes como para que ni siquiera fuera pensable pelear por ellos.
En esta nueva sociedad la mayoría de las formas de delincuencia (robo, secuestro, tráfico de personas, fraudes...), dejarían de tener sentido ya que no habría dinero que las remunerara y las necesidades de tods serian satisfechas.
De todo esto y más se trata una economía basada en recursos. En esta economía la pregunta no es "¿cuánto cuesta hacer tal cosa?" sino "¿tenemos los recursos para hacer tal cosa?". Y tal vez te sorprendería descubrir todo lo que somos capaces de hacer como sociedad trabajando por un bien común y no de manera competitiva que sólo ha traído beneficios para una élite que tiene todo el poder mientras millones de seres en el mundo mueren en la miseria.
El mundo es rico. La crisis es una crisis inventada por el ser humano y puede terminar gracias al mismo ser humano. Pero el verdadero progreso está siendo frenado por el dinero y toda la estructura que se ha creado en torno a él.
ResponderEliminarEs una utopia, si, pero no en el sentido marxista que las define como "imposibles de realizar", sino como metas alcanzables en un plazo muy largo pero posible. Si se cuestionan los medios para llevar a cabo esta propuesta informense hacerca del planteamiento "Zeitgeist" y el "Proyecto Venus" que tiene, entre otros planes, construir una ciudad autosustentable para probar la viabilidad de este sistema.
No se trata de una "solución perfecta". La humanidad siempre se enfrentará a problemas que resolver. Pero sí es algo mucho mejor que lo que existe actualmente. Podemos tener una sociedad no esclavizada a trabajos absurdos y actualizada al nivel de conocimientos científicos actuales.
Si algo de lo que dije fué de su interés, vean el documental Addendum y visiten los sitios en internet del Proyecto Venus y del Movimiento Zeitgeist.
http://www.youtube.com/watch?v =UdYbdZXHxsY
Estos son los Links:
Documentales: http://www.zeitgeistmovie.com
Movimiento Zeitgeist: http://www.thezeitgeistmovemen t.com
Proyecto Venus: http://www.thevenusproject.com
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ResponderEliminarWenísimo el aporte!
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