martes, 11 de mayo de 2010

Las raíces adultas de la adolescencia actual.


La adolescencia un proceso extraordinario donde se ingresa en la aventura más laboriosa e intensa de nuestra vida; el asumirnos como seres únicos e irrepetibles con  propios valores, ideologías, intereses y personalidad.
Etapa  maravillosa, en la cual contamos con toda la disposición de nuestro ser para construirnos. Además de los cambios biológicos, psicológicos y sociales, la adolescencia es una cuestión existencial, ya que con mucha fuerza se presentan interrogantes, como ser: ¿Quién  soy?, ¿Cómo quiero ser?, ¿Hacia dónde voy?, ¿Cómo puedo hacer para lograrlo?, y una infinidad de etcéteras. Este es el momento esencial para hacérselas y poder delinear algunas respuestas que van a guiar la vida adulta.
Para dicha tarea se necesita la presencia de referentes, que le permitan identificarse, diferenciarse, oponerse, etc. Esta dinámica  se expresará  a través de un cariño intenso y otras veces por medio de una confrontación sin cuartel.
Un hecho fundamental de la adolescencia es la “salida” del núcleo familiar para  buscar un posicionamiento como un ser adulto. Esta es otra dimensión   de dicha etapa.
Este período de la vida significará también un cambio cualitativo en la relación  con los padres, o sea, para forjar su propia personalidad necesitarán de otros modelos identificatorios, que los podrán hallar a nivel social.
Los adolescentes en su desarrollo  descubren que pueden tener sus propios puntos de vista, muchas veces distintos a los de sus padres. Y harán todo lo posible por defenderlos  y llevarlos a cabo; y a través de estos encuentros y desencuentros, irán tomando distintas piezas para armar el rompecabezas de su propia personalidad.
Todos estos fenómenos que nombramos generan en el adolescente mucha incertidumbre, que se traduce en euforia, apatía, enojo, cansancio, aburrimiento, ansiedad, angustia, etc, etc. Dichos estados son normales y responden a ir modulando los cambios que están viviendo.
Una forma sana  que encuentran los adolescentes de  contenerse y acompañarse, es agrupándose con sus pares. Ya que para ellos nadie los entenderá más que una persona que esté viviendo lo mismo. Dicho grupo les permite salir de su familia y a su vez les brinda protección frente a la sociedad.
Muchas veces los veremos agrupados por distintos intereses, modas, música, ideologías,  en última instancia,  formas de ver la vida. Seguramente hemos oído hablar de punks, glams, darks, emos, floggers, planchas, electrónicos etc, etc,  Nos referimos a las tribus juveniles,  o mejor definidas como subculturas juveniles.
Una pregunta aquí sería: ¿Por qué se denominan Sub-culturas, a éstas agrupaciones de adolescentes y jóvenes (y no tanto)? “En primer lugar, porque la mayoría no solo se diferencian entre ellas, sino que también se distinguen, toman distancia, se oponen y re-significan (aún integrándose) a una matriz cultural dominante” (Filardo, V, 2007).
            Con esta definición podemos ver que a nivel social el territorio parecería estar divido en dos, uno ocupado por los adolescentes y jóvenes que poseen una cultura “Sub”,  y otro espacio habitado por una cultura dominante, que tiene la potestad para ubicar a otro en un sito de menor importancia .
            Esta cultura hegemónica sitúa a los adolescentes en estos lugares  a través de frases como:             “La juventud está perdida”, “los adolescentes no tienen valores”, “están desperdiciados”, “cuando nosotros éramos jóvenes esto no pasaba”, etc, etc.
Estas frases provienen de nosotros los adultos, que somos quienes actualmente, tenemos el discurso  de  hacer “avanzar” el mundo en base a nuestro trabajo, responsabilidad, seriedad, etc, etc.
Ahora, si los adolescentes acceden a la sociedad, y se encuentran con modelos identificatorios que  los preexisten; y en base a ellos forjan su personalidad(o sea, que se topan con  nosotros adultos “ampliamente superados”), ¿Por qué la “juventud está perdida”?, ¿Por qué los adolescentes no tienen valores?, ¿Por qué están desperdiciados?, ¿Qué sucede con nuestra adultez?, ¿Qué referencia les estamos brindando a nuestros adolescentes?, ¿Qué sociedad les estamos ofreciendo?
Para comenzar a pensar alguna respuesta para tantas preguntas, propongo  reflexionar acerca de la sociedad en que vivieron los adultos  actuales, cuando fueron adolescentes. Esto nos permitirá ir desandando los caminos que formaron la personalidad de aquellos muchachos y muchachas, que hoy en día son referentes de los adolescentes.
En principio tendríamos que ubicar  en la historia, las coordenadas  que enmarcaron dicha etapa de su vida.  Estamos hablando que los Adultos de ésta época vivieron su adolescencia en el período que abarca los años 1970 hasta 1985 aproximadamente. A la cual se denominó  como la Generación X (Gordinier, J. 2008).
            Ahora que hallamos un punto de referencia, podemos observar que sucedía  en dicha sociedad.  Como primer eslabón de esta cadena  nos encontramos con una particularidad, estos adolescentes provienen de un fenómeno conocido como Baby Boom o explosión de la  natalidad, que suele producirse luego de la finalización de período bélico (1946-1964).
            Aquí podemos observar que esta generación de adolescentes es heredera de los desastres de la Segunda Guerra Mundial.
Detengámonos un momento y pensemos en las secuelas físicas y psicológicas de sus padres. Ya estamos en presencia de graves dificultades de los adultos para  brindar modelos identificatorios sostenibles.
            Esta generación accede a una sociedad devastada, y en base a ella y su transformación deberá construir su personalidad. Muchas de sus particularidades responderán a dichas causas y muchas otras no.
También ha sido testigo de una innumerable serie de avances tecnológicos (desde la televisión en blanco y negro hasta internet) y cambios sociales (por ejemplo: la caída del muro de Berlín y la aparición del SIDA). Como podemos ver son hechos puntuales  de gran importancia que han ido calando en la subjetividad de la época.
Produciendo y reproduciendo formas de ver la vida, pensar, actuar. El ser Adolescente estaba teñido por todos estos fenómenos e implicaba en parte por ejemplo: romper las pautas y costumbres anteriores,  no creer en Dios, no respetar a sus padres,  poner a la amistad antes que a la familia  etc,(wikipedia, Generacion_X).
Sin duda alguna, eran tiempos de grandes cuestionamientos a los poderes instituidos (Familia, Estado, Iglesia, Universidad,  etc,etc.), ya que éstas formas tradicionales y sus lógicas no habían cumplido con el mandato de la época: el progreso infinito(ideal de la Modernidad), sino que tenían como resultado las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial.
Los adolescentes accedían a esta sociedad adulta revolucionada y en crisis, siendo  ellos quienes encarnarán (en el sentido más literal de la palabra) los incipientes ideales de una nueva etapa de la Humanidad.
En este nuevo milenio los adultos  actuales fueron aquellos adolescentes, que seguramente se hayan sentido incomprendidos  y despreciados.
La Adolescencia en última instancia  es un proceso de cuestionamiento al mundo adulto  para encontrar una base, donde  forjar su personalidad y construir una nueva humanidad.
Siendo conscientes de lo que implica esta maravillosa etapa de la vida, apelo a nosotros adultos referentes, a poder acompañar de una mejor manera a nuestros adolescentes, sabiendo que estamos formando a los adultos del futuro.
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