sábado, 29 de mayo de 2010

Seriamente con humor.


En este nuevo encuentro trataremos un tema tan cotidiano, que constantemente hacemos referencia a él, y tan extraordinario como para aportar a nuestra calidad de vida; hablamos del Sentido del Humor.
Para comenzar a comprender este maravilloso recurso del ser humano,  profundizaremos en su etimología, que proviene del latín: “umor: líquido, que, a su vez,  procede de umidus: ser o estar húmedo” (Castellá, 2006, pp 45.).
En la antigua Grecia, se creía que los estados de ánimo dependían de determinados líquidos que recorrían el cuerpo humano, estos eran: la bilis negra, que se asociaba con la melancolía; la bilis amarilla, relacionada con la ira; la sangre, referida a  la pasión, y por último,  la flema que representa el tipo de carácter más tranquilo y frío.
A través de éste recorrido histórico de la palabra, podemos ver que el humor constituye una parte privilegiada en la personalidad del ser humano.
En la actualidad, observamos que no es tan así, ya que vivimos en una sociedad tan pre-ocupada,  donde lo verdaderamente valorado,  es  aquello que se hace de forma “seria” y con  ceño fruncido.  Debo agregar a esto nuestro “ser uruguayos”, que muchas veces  consiste en ver la vida de color gris. De esta manera, se relega al humor a un lugar de poca importancia, donde es sinónimo de inmadurez y de no tomarse la vida en forma juiciosa.
A partir de lo anterior surgen las siguientes preguntas, ¿A qué nos referimos realmente cuando decimos Sentido del Humor?, ¿Puede tener un Sentido el humor?, ¿Cómo  encontrarlo?, ¿El humor nos permitiría ver la vida de otra tonalidad?, ¿Visualizarnos a nosotros mismos de otra manera?, ¿Y a los otros también?
Para comenzar a responder a estas preguntas, tenemos que hacer una distinción entre lo que es humor  y lo que no,  ya que muchas veces solemos confundirlo con sus distintas expresiones.
Podemos decir que no es humor,  aquello que esté referido a la ironía y la burla, ya que éstas suelen acentuar los defectos del otro ridiculizándolo.
Humor tampoco se encuentra en  el chiste o la broma, más aún cuando son de mal gusto.
En cuanto a la risa y  la carcajada son reacciones fisiológicas, que a veces usamos cuando estamos  nerviosos y queremos salir de una situación embarazosa.
Luego de haber hecho éstas distinciones, la reflexión nos lleva a decir que el verdadero sentido del humor, nace de una forma positiva de ver la vida. Dicha actitud permite afrontar nuestras dificultades de una manera equilibrada, o sea, dándole su justo lugar a los acontecimientos,  sin exacerbarlos, ni minimizarlos.
Además el humor adquiere sentido cuando podemos tomar distancia de nosotros mismos y tener otra mirada.
Esto se denomina como Autodistanciamiento y  se “refiere a la habilidad de salir de uno y contemplarse a sí mismo “desde afuera” (Fabry, 2001, pp20).
También lo entendemos como “la capacidad de tomar distancia de las situaciones exteriores, de ponernos firmes en relación a ellas; pero somos capaces no solamente de poner distancia con el  mundo, sino también con nosotros mismos”[1]
El poder vernos a distancia, nos permite comprendernos de una manera más amplia, aceptando nuestras dificultades.
Muchas veces estamos muy adheridos a un problema y no podemos visualizar otras posibles soluciones; que las encontramos si nos separamos de nosotros mismos  y de la situación en sí. Muchas veces cuando pintamos una pared tomamos distancia, para ver por donde tenemos que seguir, autodistanciarse se trata de eso.
Cuando  nos podemos observar en perspectiva, nos damos cuenta que además de  nuestros defectos, tenemos virtudes y eso hace que,  nos relacionemos con nosotros mismos de una manera más sana. Esto redunda en la maduración de nuestra personalidad. Y en la medida que nos desarrollamos como persona, podemos generar vínculos más sanos con nuestro medio.
A través del humor, accedemos a éste recurso del ser humano que le permite tener una visión más sabia de sus vicisitudes, y afrontarlas con una actitud positiva. De esta manera, es que nos podemos reír de nosotros mismos. Y en cuanto a lo que la vida nos ponga como interrogante,  responder de una manera más asertiva. Una mirada que contemple distintas opciones, y le otorgue la importancia debida a cada situación. Al decir de Platón: “Quiero decir que solo lo serio debe tomarse en serio,  lo no serio, no”       
El humor es un modo de expresar la relación con la vida. El humor contribuye a que nuestra existencia se despliegue con fluidez. Humecta la sequedad del corazón. Riega la aridez de la personalidad. Humidifica el ánimo evaporado de optimismo. Hidrata el carácter reseco y calma la sed de bondad. Ya que el humor rocía a la existencia de gracia, alegría, ingenio, agudeza, jovialidad y finura. En síntesis, el humor es la savia de la sabiduría”(Castellá, 2006, pp45.)
El verdadero Sentido del Humor nos permite,  enriquecernos como persona, construir nuestra existencia de una forma más sana y transformar nuestro ambiente en un lugar más confortable y apacible. Por lo tanto, vivamos nuestra vida seriamente con humor.

(*)Artículo publicado en Revista Vocación. Año 9. Número 35. Mayo 2010.


[1] Frankl, V, en Castellá, G: “20 Formas sanas de responder al insulto” Buenos Aires, Ed. San Pablo. 2006. Pp. 37.

4 comentarios:

  1. Creo que muchos de los conceptos los calificaría más con la palabra optimismo que con sentido del humor. No soy una persona optimista,más bien todo lo contrario, sin embargo tengo buen humor cuando tengo que reirme de mí misma y de mis defectos, o cuando la situación lo permite.
    Comparto la idea de Castellá, tan gráfica.


    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias Luna, adelante con ese buen humor para afrontar la vida con optimismo. Saludos

    ResponderEliminar
  3. Hola Pablo, gracias por compartir estas interesantes líneas acerca del humor... un tema que suelo tomar muy en serio. :)

    Mucho gusto... Mi nombre es Juan Carlos y me gustaría invitarte a visitar mi blog de humor gráfico. http://elrechiste.blogspot.com/
    Ojalá puedas visitarlo y te guste.

    Saludos.

    ResponderEliminar